Para llegar a él, nos podemos orientar utilizando las calles a los dos lados de la estación: via Marsala y via Giolitti. En el lado de esta última, a pocas calles, encontraremos Santa Maria Maggiore, una de las cuatro basílicas mayores de Roma. Detrás de la basílica se extiende el barrio del Esquilino, que como podremos comprobar, es una especie de China Town romana, con su centro neurálgico en Piazza Vittorio Emanuele. Dicho esto, merece la pena darse una vuelta por dicha plaza si nuestra visita a la ciudad coincide con los festejos del año nuevo chino.
Otra visita que realmente vale la pena es el mercado del Esquilino. Situado al lado de la universidad de estudios orientales, parece que los estudiantes pueden practicar bastante en el. Es uno de los mercados con mejores precio y más género de Roma, y además de productos típicos italianos encontraremos una infinidad de ingredientes exóticos.
Volviendo al tema que nos interesa, a una manzana de Santa Maria Maggiore encontraremos el restaurante Leonetti, un clásico, ya sea por la decoración, por la carta, o por los uniformes de los amables camareros, que como diría alguien, son de los de antes, de los buenos.
